[:es]
Maestra que mató a su marido había ido dos veces a fiscalía a denunciar maltrato
Mujer mató a su marido harta de tantos maltratos, lo que el tormentoso amor desencadenó un desenlace fatal, en la madrugada de ayer.

26 de junio del 2017
Notipascua.-En la madrugada del día de ayer domingo, una mujer asesinó a su marido de una puñalada en el corazón, en Maracaibo.
El tormentoso amor entre esta pareja, terminó en un fatal desenlace, luego que una maestra de 39 años, de nombre Mónica Masiel Abreu Rivera, asesinara a su marido Luis Alberto González Correa, de 29, de una cuchillada al corazón, en el barrio Agua de Dios, en el sector Cañada Honda, parroquia Cacique Mara, de Maracaibo.
La relación de la pareja llevaba al menos, diez años y siempre había discusión y peleas entre ellos, dijeron algunos vecinos que los conocieron. Vivían juntos hace varios años en una casa alquilada de la calle 95B, del referido barrio, y cada vez que ingerían bebidas alcohólicas terminaban en insultos y manotazos.
El terrible suceso
Pero, ayer, a la 1:00 de la madrugada, Luis, borracho, la sacó de un sitio donde estaba bebiendo y por la fuerza la encerró en la casa donde vivían, contaron vecinos. La misma Mónica confesó a los detectives del Cicpc que Luis la golpeó al llegar a la casa hasta que se cansó y luego se fue a su cuarto, pero ella insistía en salir, lo que no podía hacer porque González tenía las llaves.
Segunda discusión
“Presuntamente, se produjo una segunda discusión entre ellos y ella se fue hasta la cocina, tomó un cuchillo y se lo clavó en el pecho cuando él la tenía sujetada por el cuello”, informó un vocero del Cicpc que trabaja en las investigaciones del caso.
González cayó al piso aún con vida y le suplicó a su mujer que lo ayudara. “¡No me dejes morir!”, le rogaba el hombre, moribundo.
Mónica le quitó las llaves de la residencia y salió en busca de ayuda de los vecinos, pero el hombre no resistió. “¡Viste, Negro, por no hacerme caso, por pegarme cachos!”, le decía la mujer, mientras con su mano derecha acariciaba su rostro, según revelaron vecinos del barrio.
“Anda, vete, antes que llegue la policía”, le dijeron unos vecinos a la maestra; pero ella no quería separarse del cuerpo de su marido, porque, a pesar de las peleas y los golpes que le daba, ella todavía lo quería.

[:]