Nuevamente esta modalidad de homicidio en Venezuela

Hace mucho tiempo, que no se oía algún tipo de noticias por esta causa. Sin embargo, no es de extrañar que debido a la hiperinflación, la caída del poder adquisitivo. La delincuencia haya pasado por todos los móviles del crimen y nuevamente regrese esta modalidad de homicidio en Venezuela, un país que es cada día es más inseguro.

Retomando este móvil del crimen, las víctimas más susceptibles son los jóvenes, debido a que son ellos los que más se exponen por llevar una vida social más activa. Es el caso de estos dos que hallaron la muerte tras lucirse un par de zapatos nuevos este fin de semana en la gran Caracas.

Un caso aislado del otro

Aunque cada caso es aislado, el móvil fue el mismo “Por un par de zapatos”, hallaron la muerte Michell Alexander Pérez de 20 años en Sarria del Municipio Libertador y Frank Nelson Sojo Quevedo de 23 años, residía en la U de la Dolorita Municipio Sucre.

Quienes hicieron el levantamiento fueron los funcionarios adscritos a la  División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), llevando el cuerpo de cada uno a la Morgue de Bello Morgue.

Según las versiones con relación al hecho de la primera víctima, fue en horas de la madrugada del domingo que el joven Michell, cuando salía de una fiesta en el sector mencionado, fue interceptado por delincuentes que lo obligaron a quitarse los zapatos, según los testigos, el joven se resistió y le metieron un balazo en el pie, este se dirigía a casa de unos primos, ya que él era de Barlovento y estaba de visita. Según, el joven gritaba pidiendo auxilio y nadie acudió por temor, lo que le causó la muerte fue un desangramiento.

Leer.- Es necesario revisar cada vez más procesos o métodos de seguridad, para evitar perder vidas humanas.

La segunda víctima también se encontraba en una fiesta

Frank Sojo también había acudido a una reunión en un club el sábado en la noche, junto a un grupo de amigos decidieron ir a una fiesta. Sin embargo su fatal destino estaba cerca cuando se separó para ir a orinar, y allí fue abordado por delincuentes que les pedían sus pertenencias, más los zapatos, ante su demora y sin decir nada le dieron un balazo en el abdomen y otro en el corazón. Relatan familiares, además, que sus amigos al escuchar las detonaciones corrieron al callejón y lo encontraron tirado en un charco de sangre, pero aún respiraba, llevándolo hasta una Clínica Popular donde entró sin signos vitales. Lo más duro de este hecho es que los maleantes, les pusieron un par de zapatos viejos, como en un acto de vil burla.

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